martes, 31 de marzo de 2015

Adioses antes de tiempo



Dime, tú que sabes de esto, por qué me estoy muriendo de deseo en vacío, de adioses antes de tiempo. Dime tú, cómo hago para que no caiga la gota que colme el vaso, si la veo venir con una certeza de disparo a bocajarro.

miércoles, 25 de marzo de 2015

Dos gatos



 Gatos Hemingway (Liliana Muente)
Para Liliana Muente, con cariño y agradecimiento por sus fotografías y su amistad.

De ti no tengo más que una conversación telefónica  y un par de fotografías con sonrisa en Buenos Aires. Recuerdo tu voz vestida de caverna, que vino a mí desde el otro lado del mar, ave migratoria, para anidar en mi memoria. Era una voz de cobijo, de elogio, forjada a golpe de tabaco y yunque de ron – el tabaco da voces de invierno que abrigan como una bufanda al cuello -. Todo esto, sin saber siquiera si fumas o tienes en la grapa un confidente. El caso es el mismo. Desde entonces, el gato de tu voz ronronea ronco de vez en cuando sin que nadie más que yo lo oiga.

martes, 24 de marzo de 2015

Noches muertas



 
Por la ventana amarga se cuela el viento
trae noticias de la noche y del hielo
canciones de piratas sepultados 
y voces infantiles con aliento a ron.

lunes, 23 de marzo de 2015

Chonopi, un cuento al revés.



Primero fue un hormigueo, como un rumor que naciera bajo la piel para llenarle los dedos de gorgojos; después, una sensación de abandono en las manos y en los pies, entumecidos por un frío que el resto de su cuerpo no sentía, parecía que se hubieran vuelto de madera mojada.  Los médicos coincidieron en el diagnóstico: esclerosis múltiple;  sin embargo, él sabía – sentía- que se trataba de otra cosa.

Fátima (12 de julio de 1995)



A Fátima Huseignagic le cabe su vida en la bolsa de plástico que siempre lleva encima. Por su mirada  corren las aguas termales que manan de las montañas de Srebenica y que ahora se pierden sin provecho en la corriente mansa del río Drina. La mirada de Fátima es ahora eso, una corriente que se pierde, un curso de imágenes que pasan y se van. Sus ojos oscuros resumen toda la negrura de una guerra que vistió de espanto las montañas de su ciudad y que paró su reloj a las 11.30 a.m. de la mañana del 12 de julio de 1.995, cuando un machete serbio abrió un canal de sangre en la garganta de su hermano. A Fátima le vencieron las fronteras y los catecismos, los odios larvados por el tiempo. Ahora camina por las calles de Porriño, en Pontevedra, con una bolsa de plástico blanca en la mano.

miércoles, 18 de marzo de 2015

Fetiches




Tengo tu olor a tierra abierta flotando en las sábanas. En la mesilla: una foto rota de boda, tus gafas y  un pendiente de aro. Están todos los fetiches de que dispongo, pero tú no.

Lobos insomnes



 

 "... dándole de comer a los lobos que salieron de los sueños"  Graciela Wencelblat

Lobos insomnes para las noches del que escribe versos. Al poeta, en sus sueños, los lobos le comen los hígados, otros buitres voraces de pico corvo que clavan los dientes para luego lamer la herida. La saliva como una pátina de misericordia. Al poeta se le llenan las noches de lobos negros y los días de agua fresca, como en un conjuro medieval para ser inmortal.