lunes, 11 de abril de 2016

ALECKO Y LA ORDEN DE ISABEL LA CATÓLICA



Sé que el título parece una nueva entrega de la saga de Harry Potter, pero no lo es. Dirán ustedes que quién es Alecko. Alecko es el nombre con el que sus amigos conocen a Alexander Papamarkou. Así, Alecko, en plan colega, le llama nuestro emérito monarca D. Juan Carlos. De sus reales manos Alecko recibió la Orden de Isabel la Católica, distinción que fue creada por Fernando VII con el fin de premiar “aquellos comportamientos extraordinarios de carácter civil, realizados por personas españolas y extranjeras, que redunden en beneficio de la Nación o que contribuyan, de modo relevante, a favorecer las relaciones de amistad y cooperación de la Nación Española con el resto de la Comunidad Internacional". No es moco de pavo.

 Los méritos de Alecko para tan alta distinción no admiten réplica: montó una empresa llamada “Delantera Financiera” cuyo domicilio social – ya lo adivinaron- está en Panamá. Alecko quiso favorecer en tan alto grado las relaciones internacionales entre Grecia y España que cedió “Delantera Financiera” a la hermana de D. Juan Carlos, nuestra querida Pilar de Borbón, para que ésta pudiera demostrar “offshore” sus indubitadas habilidades financieras por las que ha pagado en impuestos la nada despreciable cifra de 6400 euracos en los 40 años de existencia de esta sociedad. O sea a unos 150 euros anuales. Tal cual. 

Alecko, no es Harry Potter, pero también sabe de magia, con su varita es capaz de hacer pasar de 25 a 0 el tipo impositivo del Impuesto de Sociedades y colgarse una medalla, la de Isabel la Católica, con sólo bailar un “sirtaki” con nuestro emérito. 

Con amigos así, normal que a Dña. Pilar la vida se le pase en mercadillos benéficos. Presidiéndolos, claro. 

Esta noche fijo que sueño con Robespierre.

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