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martes, 2 de junio de 2015

Simetrías razonables



Decía Guillermo Cabrera Infante que el mar es otro tiempo, el tiempo visible, otro reloj.  Esta metáfora tremenda viene muy al caso, primero, porque estas líneas van de las distintas hechuras que gasta el tiempo para saltar adelante y atrás en su corriente imparable; y segundo, porque escribo estas líneas un día de lluvia, a orillas del mar, muy lejos del monte que es el ramaje propio de mis escritos; y en tales circunstancias – el cielo por fin gris, las olas batiendo incansable, tenazmente-  es inevitable que el poeta adolescente que alguna vez fuimos nos asalte a punta de navaja para exigir su parte alícuota del pastel. Habrá, pues, que dejarle hacer.

martes, 10 de febrero de 2015

Los lobos del terror



Homo homini lupus.    Plauto  (Asinaria, 495)                                          

 Comienzo estas líneas pocas horas después de los atentados de Madrid del 11 de marzo de 2004. La matanza está hecha y la sangre seca e inútil de muchos cadáveres no hay forma ni ganas de borrarla del recuerdo. La rabia y el dolor son ahora el único argumento. Un río de odio comienza a correr por las calles de la ciudad; es la gota fría que viene de la muerte. Los lobos del terror han reventado trenes para sembrar los andenes con flores de sangre.

miércoles, 28 de enero de 2015

Galgos y manzanas



En la hechura de los galgos hay mucho de viento, como si el aire les habitara los huesos, a modo de pájaros. Sus patas tienen un no sé qué de alas frustradas, condenadas a volar a ras de páramo y barbecho en un vuelo que nunca termina de despegar, quizá sea porque el de las liebres tampoco lo hace. La sombra de los galgos – que corre tanto como ellos - tiene forma de neblí pues a la galga primera la preñó un halcón volantón que andaba enamoriscado de sus curvas de viento mamífero. A estos perros la velocidad les sustancia la vida; y también se la quita, cuando les falta.

martes, 6 de enero de 2015

Galgos: perros de viento y olvido



Un galgo es un golpe de viento, una flecha mamífera, un leopardo vestido de perro. La leche de las galgas amamanta halcones de cuatro patas, morro afilado y mirar inocente. Pocas cosas hay tan bellas como un galgo en carrera. Pocas formas de caza existen tan deportivas y tan primitivas como la caza de la liebre con galgos.

lunes, 22 de diciembre de 2014

Merry Christmas, Mr. President.



 FOTO
. / ap/ REUTERS LIVE !

 Recientemente  un informe del Senado de los EEUU ha puesto sobre la mesa las prácticas de la CIA con los detenidos tras el 11-S sospechosos de pertenecer a Al Qaeda. 

jueves, 4 de diciembre de 2014

Gargantas y cuchillos



“Otra cosa quiere el puñal. Es más que una estructura hecha de metales; los hombres lo pensaron y lo formaron para un fin muy preciso; es, de algún modo eterno, el puñal que anoche mató un hombre en Tacuarembó y los puñales que mataron a César. Quiere matar, quiere derramar brusca sangre”

El Puñal.- Jorge Luis Borges.

Fotografía: ABC
  
Aparto la mirada de la televisión para no ver el vídeo de las últimas decapitaciones realizadas por integrantes el Estado Islámico (EI) a dieciocho soldados sirios y al cooperante americano Peter Kassig, pero el vídeo me persigue como un mal destino y acabo viéndolo cuando decido escribir estas líneas. En mala hora.

viernes, 21 de noviembre de 2014

El huevo de Colón



Estas líneas las escribí poco después del ataque a las Torres Gemelas. Trece años más tarde tristemente mantienen su vigencia. 


Cuando en 1.492 Colón pisó Cuba, no podía imaginar que su manía de poner huevos en pie evitaría la muerte de muchos norteamericanos cinco siglos más tarde. 

En estos días en los que el polvo de las Torres Gemelas parece haber cegado de odio a medio mundo, uno comienza a plantearse por qué han sido los fundamentalistas del Islam quienes precisamente han llevado a cabo esta barbarie.


 Para el fundamentalismo islámico, Estados Unidos se ha erigido en el macho cabrío de su infierno: es el enemigo identificado, la bandera a quemar. Razones no les faltan –para el odio, digo, no para esta cosecha de muerte-, que Estados Unidos tiene sus botas militares y políticas llena de la arena de sus desiertos. Sus arrumacos sionistas, el alpiste con el que mimaron a la córvida guerrilla talibán contra la URSS, los soldados iraquíes enterrados en los sótanos inexistentes de las dunas, y ese largo y triste etcétera, son razones suficientes para que unos hombres religiosa y mentalmente manipulados, decidan suicidarse en nombre de Alá, y a cambio de un paraíso seguro, eterno y sin cuotas mensuales.


martes, 18 de noviembre de 2014

Vacaciones en Roma.




Nota: Este texto lo escribí en tiempos del anterior Papa, allá por el año 2000; nuestro actual Papa, sí cuenta con mi simpatía.

He pasado, junto unos amigos, cinco días de vacaciones en Roma. Me habían dicho que Roma era “la ciudad”. No se equivocaban. Mis ojillos se asomaron al mundo romano en la Piazza Navona, una plaza elíptica salpicada por fuentes esculpidas por Bernini; dos manzanas más allá se levanta, como un gigante momificado, el Panteón; al otro lado de la Plaza Navona, el Campo di Fiori, donde en las mañanas, uno, sin querer, busca entre las flores y las verduras de los puestos del mercado el escote brutal de la Loren o la mirada cálida de Mastroianni. 

viernes, 14 de noviembre de 2014

Sobre héroes y tumbas


Estas líneas las escribí alla por 1994 - tomándole prestado el título de la magnífica novela de Ernesto Sábato "Sobre héroes y tumbas" - tras el genocidio en Ruanda. Veinte años más tarde tristemente compruebo que en el mundo sigue habiendo muchas Janes vendiendo tomates y mucho aprendiz de Goebbles correteando  en el llamado Primer Mundo.

Jane Murekatete vende tomates en una esquina de una calle de Gatenga, en Ruanda, para que sobrevivan los cinco hermanos vivos que le quedan. Tiene dieciocho años y es Tutsi. A sus padres y a otros cinco hermanos los carnearon a machetazos una noche negra en abril de 1.994. Jane Murakatete no llora, sus ojos están amojamados de tanta muerte. En los sueños de Jane todavía se cuela, entre canción y canción, la voz del locutor de Radio Mille Colines -la emisora de Félicien Kabuga-, animando a la población Hutu a aplastar a las cucarachas Tutsi.  Félicien Kabuga es un genocida, el Goebbles de Ruanda; junto a él, Tharcisse Renhazo y Augustin Bizimungu, amparados en la “akazu” –la mafia que hasta 1.994 parasitaba el poder- hicieron windsurf a lomos de una ola de espanto, enloqueciendo a muchos descerebrados hutus que entraron en el Guiness por masacrar  800.000 tutsis (300.000 niños) a razón de 333 personas por hora.